El nacimiento de un pueblo - Época musulmana
En el año
711, el dominio visigodo deja paso en la península al nuevo orden
musulmán. La invasión del antiguo reino, en los primeros años, se
lleva a cabo por Tarik y Muza.
Tras la conquista, los musulmanes fundan diversos
núcleos de población en la zona: Medinaceli
(Madinat-al-Salim) o la ciudad
de Al-Faray (Madinat-al-Faray)
que se llama ahora Guadalajara
por el río Wadi-l-Hiyara. Después
de los primeros intentos de reconquista cristiana, los árabes instauran
unas divisiones administrativas, de consideración estrictamente
militar, llamadas marcas o fronteras por todo Al-Andalus frente
a los reinos cristianos del norte.
El historiador árabe Ahmad-al-Razi, a finales
del siglo IX, describe la provincia enclavada en la Marca Media
junto con Teruel o Albarracín. Los distritos a los que hace referencia
son Molina, Santaver, Recópolis, Guadalajara y Bartusa, siendo este
último dónde presumiblemente se incluiría el pueblo y que habría
que relacionar con la capital militar de esta marca entre los siglos
X y XI, la ciudad de Medinaceli.
Del paso musulmán en el pueblo quedan diversos
vestigios, siendo el de mayor importancia el conjunto de los
Casares. Este complejo alberga una serie de huellas de la memoria
musulmana, ya que en la ladera de la Cueva, se halla un poblado del
siglo IX y una Atalaya de similar época, además de otros restos
como un silo o un horno de yeso.
Después de vivir su época de apogeo en torno
al siglo X, dos siglos después sufre un abandono progresivo, que
junto con los avances cristianos, hace que la población se traslade
a la ubicación actual de Riba de Saelices.
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