El territorio del municipio de Riba de Saelices
se encuentra enclavado en la llamada Sierra del Ducado, nombre que
recibe un conjunto de pueblos de la actual provincia de Guadalajara
que en los siglos XII y XIII pertenecieron a la antigua Comunidad
de Villa y Tierra de Medinaceli, que más tarde y hasta el
siglo XIX formaron parte del territorio del ducado de Medinaceli
y que se extienden como una cuña desde los altos de Alcolea
y de Maranchón, en el límite con
las provincias de Soria y Zaragoza, hasta Huertahernando
y Ocentejo, en el Alto Tajo.
Históricamente los pueblos de la Sierra del
Ducado son y han sido la frontera ente Castilla y Aragón, siendo
una muestra el mojón existente hoy en día en una pared de la ermita
de la Virgen de Armallak, delimitando la frontera entre las tierras
de Medinaceli y las de Molina
de Aragón. En lo que concierne al pueblo cabe decir que ya
desde su origen fue un terreno frontera y se encontraba en "tierra
de nadie", es por esto que en el Fuero de Molina (siglo XII) ya
aparecía nuestro pueblo, pues cuando se fijaron los límites de entonces
el Señorío se extendía hasta "Sancta María de Almallaf" que es lo
que hoy conocemos como la ermita de la Virgen de Armallak. Por tanto
la ermita hizo de separación en la delimitación y se representó
simbólicamente con un mojón.
Sin embargo el ser tierra de frontera no ha
sido impedimento para que a pesar de haber pertenecido durante siglos
al ducado de Medinaceli, señorío
y título de una de las familias más poderosas y prestigiosas de
la nobleza castellana, han mantenido siempre frecuentes contactos
culturales y comerciales con el vecino reino de Aragón.
Riba de Saelices
está emplazada en un lugar cuando menos curioso. Hoy por
hoy el pueblo no tiene una tendencia clara al decir de que zona
es, pues históricamente nunca perteneció al Señorío
de Molina de Aragón, tampoco a Sigüenza,
ni a Cifuentes y menos el ser
un pueblo de la ribera del Tajo. Sin embargo grandes señores de
Molina poseyeron gran cantidad de tierras hasta el siglo pasado,
de Sigüenza recogemos todo lo
que ocupa la religión, de Cifuentes en estos días distintos servicios
como el transporte o la educación y de los pueblos del Tajo lo que
ha aceptado es el pertenecer al actual Parque Natural del Alto Tajo.
En estos días el pueblo todavía busca su hueco en el actual mapa
provincial, pues no está integrado ni en una comarca ni en otra,
ya que el municipio no lleva ni siquiera 200 años en la provincia
de Guadalajara pues no fue hasta
el siglo XIX cuando cambió Soria por Guadalajara.
La situación de los pueblos de la Sierra del
Ducado es preocupante porque la dinámica en estos últimos años es
el de tendencia a la desaparición pues la densidad poblacional no
llega a 2,5 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que hace de estos
términos un auténtico desierto poblacional, comparable, o más acusado
aún que el de estados como Libia o Canadá. Esta densidad es venticinco
veces inferior a la media de España y tres veces menor que la de
la propia provincia de Guadalajara, una de las más vacías de España.
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